Sunday, March 22, 2009

Ésta es la primera Autoblografía* de la Red, según lo consignan el Internet & Media Research Laboratory de Pasadena, EEUU, y la Agencia Europea de Comunicación Virtual.

*Autoblografía: Autobiografía hipertextual, en formato de bitácora o blog.
(Diccionario Telemático Americano, edición 2005)


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ACLARACIÓN NECESARIA:
Ésta es una Página Web en constante construcción, que estará finalmente terminada (como toda autobiografía), cuando el autor deje de escribirla, ya sea por cansancio u óbito.

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¿Cuándo uno sabe que cumplió su ciclo?




La Felicidad tiene para mí muchos rostros: el de mis hijos y nietos...


El ingenio popular dice que para "sentirse realizado", hay que "plantar un árbol, escribir un libro, y tener un hijo".

Si eso fuera cierto, debería sentirme más que realizado, porque he plantado varios árboles, he escrito varios libros, y he tenido cuatro maravillosos hijos.

También se dice que uno "cumple su ciclo" cuando nace un hijo. Pero nada más alejado de la verdad.
Uno realmente puede decir con propiedad que "ha cumplido su ciclo", cuando llegan los nietos, es decir, cuando pudo llegar a que su propio hijo o hija, repita la historia de infancia, estudios, trabajo, formar un hogar, y progresar, hasta tener a su propio hijo, nuestro nieto.

Nunca pensé que ejercer el abuelazgo sería algo tan sensacional, tan magnífico, tan insuperable.
Esa sensación de "tarea cumplida" nos embarga el alma, nos colma de bellos sentimientos, nos hace encontrarle el sentido a esta vida.

Thursday, April 08, 2004


El escudo Familiar
Sobre fondo de oro, cinco estrellas azures de ocho puntas. Sobre fondo de gules, un ave mitológica coronada y una flor de lis estilizada en sable, y cinco abejas de oro.




EL PRINCIPIO DE LA HISTORIA:
DOS PADRES y UNA MADRE



Mi papá Carlos, mi mamá Chichita, y mi papá Alberto

Una persona que pretende ser original, creativa e innovadora y por ende asume un destino acorde, necesariamente debe contar desde su más tierna infancia, desde las primeras hojas que se escriban en el libro de su vida, con ciertos aspectos distintivos, con características peculiares que lo diferencien de lo convencional.
Por eso y sin lugar a dudas, haber tenido dos padres y una madre, es un dato autobiográfico inicial que nutre y consolida el espíritu de lo antedicho.

Carlos Lecuna fue el novio de infancia de Chichita Rojas, siendo éste un noviazgo tan puro y platónico como el que podían tener los niños de antaño.
Pero el destino quiso que la joven se casara con Alberto Francisco Melograno, cuando Carlos -convencido en esa época de sus ideales patrióticos- fue a servir a la Patria al lejano sur, en el único ámbito donde se desenvuelven los verdaderos soldados, a juzgar por su arrojo y determinación: la Infantería de Marina.
La historia de Chichita (lejos estaba ella de saberlo), superaría la más fecunda fantasía, sería más increíble que la más imaginativa de las ficciones.
Alberto Francisco, su primer marido, tenía los días contados, cosa que ella desconocía por completo, como también lo desconocían los padres del muchacho, quienes conformaban una típica familia italiana que a fuerza de grandes esfuerzos había logrado hacerse de un muy buen pasar económico.
La bomba de tiempo se llamaba reumatismo cardioarticular, la enfermedad que "lame las articulaciones y muerde el corazón". Una estúpida angina, una amigdalitis, suele ser el inicio: el estreptococo se instala y sus toxinas pasan a la sangre, inflamando las articulaciones y comiéndose las válvulas cardíacas. Una enfermedad letal para una época en la que aún no se comercializaba la penicilina.
Alberto Francisco Melograno, murió a los veinticinco años, a los cinco meses de haberse casado con Chichita, sin saber que iba a tener un hijo, arrojando las jeringas con analgésicos contra la pared de su habitación, porque no le calmaban los dolores que sentía en su cuerpo.
Carlos volvió a Mar del Plata tiempo después, desilusionado de las fuerzas armadas, porque el premio que le correspondía por ser el mejor de su promoción, (un viaje alrededor del mundo en una de los buques insignia), se lo otorgaron a otro camarada de armas, oportunamente relacionado con la cúpula del poder militar de entonces.
Sentado cerca de la vidriera de un bar del barrio Don Bosco junto a unos amigos, Carlos vio pasar por la vereda de enfrente a una persona a quien inmediatamente reconoció. Era Chichita, vestida de negro como lo exigían las familias italianas, caminando lentamente, llevando en un cochecito a un bebé de ocho meses.
Está visto aquello de que "el primer amor nunca se olvida", máxime si es el amor puro e inmaculado de la primer infancia, ese que siempre está rodeado del halo de los fantástico y maravilloso. Carlos sabía que ella se había casado y enviudado, y que había tenido un hijo, pero de saberlo a verlos, había un trecho diferenciado por la emoción.
El amor era tan grande, que incluso logró doblegar el lógico rencor del hombre de algún modo despechado, el ancestral machismo exacerbado en un hombre con formación prusiana, el que ella no lo haya esperado, el que hubiera tenido un hijo con otro.
Sin siquiera pensarlo, salió del bar y cruzó la calle. La mirada de ese bebé con sus inmensos ojos celestes borraron cualquier atisbo de enfado. A partir de ese momento, Carlos Lecuna supo que sería definitivamente el verdadero y único padre de ese pequeño. Con profundo orgullo, más de una vez diría "que los hijos vienen", pero que él a su hijo "lo había elegido".
Tener dos padres y una madre, implicó, contar con tres abuelos y tres abuelas. Entre todos ellos, se destacó ampliamente la influencia de Áurea Arroyo Sainz, una maravillosa burgalesa nacida en Jaramillo Quemado, Castilla La Vieja.

Uno de los principios irrenunciables de la vieja imaginería popular era el famoso apotegma: "Si está gordito está sano", razón por la cual todo el mundo estaría más que feliz al contar en la familia con un bebé tan rozagante, pletórico de rollos y ávido comensal. En esa época había un corredor automovilístico que no le perdía pisada a Juan Manuel Fangio, y que era famoso por sus dimensiones cefálicas, a punto que le decían "El Cabezón". Los pícaros tíos maternos del niño, al apreciar cierta similitud, no tardaron en darle el primer apodo al pequeño: "Froilán González", por este corredor de Fórmula 1 que por ese entonces había ganado el Gran Premio de Inglaterra.


A los cuatro meses, cuando mis tíos me apodaban "Froilán González"



Con mi mamá, en la casa de mis abuelos maternos. Chichita no era psicolingüista, ni sabía desde el punto de vista de la lectoescritura de métodos sintéticos codificados (alfabético, fonico, silábico) o analíticos integrales o eclécticos, ni de fonemas, grafemas y morfemas... Pero el caso es que a mis dos años, sin ser docente ni ostentar título académico alguno, con su paciencia maternal y su voluntad de pedagoga intuitiva, ¡Había logrado enseñarme a leer!




Durante décadas, por no decir siempre, estuvo tan claro y evidente como esos secretos a gritos, que no sacarse una fotografía de estas características (no quieto, sino caminando por la rambla marplatense), era lo mismo que no haber ido a Mar del Plata. Era como ir a la Fontana di Trevi y no arrojarle una moneda, como ir a Londres y no conocer el Big Ben, ir a París y no subir a la torre Eiffel. Así que ya saben... Si fueron a Mar del Plata y no se sacaron esta foto, en realidad nunca fueron a Mar del Plata.

Subido en mi sulkyciclo, con mis amiguitos del barrio Uruguay, en Mar del Plata. En ambos extremos, mis amigos del barrio: los hermanos Montiel. Enrique, con un dedo en la boca, y Miguelito, de espaldas, con su bombachón blanco. Gracias a mi tía Pochi, tuve siempre los mejores juguetes. Ella era dueña de una de las más importantes jugueterías y librerías de la ciudad: la mítica Casa Rey.
Vivíamos en la calle Uruguay, y en las radios de nuestras casas marplatenses, por esas cosas de las ondas hertzianas, se escuchaban nítidamente las radios del Uruguay. como Carbe., Por eso nuestra infancia siempre estuvo ligada al "paisito". No nos eran ajenos términos como "Pancitos Rausa", "Doble Uruguaya", y "Banco la Caja Obrera", que se escuchaban en las tandas comerciales, si bien no sabíamos a esa edad de qué se trataba cada cosa. Por ejemplo, bautizamos "pancitos Rausa", a pedazos de pan que sustraíamos de nuestras casas, y los embebíamos pasándolos por la plancha cuando nuestras madres hacían churrascos. Años después, descubriría que se trataba en realidad de terrones de azúcar. El "banco la caja obrera", no era para nosotros un Banco, sino un asiento precario, hecho con un cajón de frutas. Y la doble uruguaya una melliza a la que le gustaba jugar al basket.

La programación de las radios uruguayas, con esas voces de locutores con cámara y eco, que incentivaban nuestra frondosa e ingenua imaginación de niños, tenía además una excelente música que propalaban radios como Carbe, constituyendo un plus cultural más que interesante para nuestra infancia "uruguaya".



Las vacaciones en EEUU de la hermana de mi papá Carlos (mi genial e incomparable tía Pochi), significó a su regreso, la incorporación de una indumentaria que fue la envidia del barrio y del colegio. Desde el gran país del norte llegaron regalos desconocidos en estas latitudes: pilotines de plástico, camisas y remeras espectaculares, y una campera de color marrón oscuro con cuello de piel que no quería sacarme ni para ir a dormir...


LA ESCUELA MARPLATENSE



De punta en blanco, albura perfecta, impecable y feliz, en la puerta de casa, ocho menos cuarto de la mañana, en mi primer día "oficial" de clases, marzo de 1957.
El primero de 2888 días en el Instituto Don Bosco de Mar del Plata. Ese mismo día conocería a mi primer maestro, el coadjutor salesiano don Héctor Botta y a mis primeros compañeros de clase, Francisco Abel Yanibello, Masitelli (uno que se orinaba encima cotidianamente), y a los únicos cuatro con los que terminaría los doce años del primario y secundario en el mismo colegio: Carlos Daniel Parra, Osvaldo Tieri, Carlos Juárez, y Carlos Cora.
El primer grado fue decepcionante para un niño que leía desde los dos años, y que hacía tiempo que escribía. El aburrimiento era total. Mi primer grado fue un verdadero perdedero de tiempo. Afortunadamente la parotiditis urliana saló en mi ayuda, y gracias a las paperas, estuve más de un mes sin ir a clases, lo que hizo que el suplicio fuera más llevadero...

Este es un grabado en linoleum que hice de mi primer maestro, Don Botta.
Durante muchísimos años ejerció la profesión docente en el Instituto Don Bosco de Mar del Plata, a punto tal que... ¡también había sido el maestro de mis tíos maternos!
Me aburrí soberanamente ese primer año, porque mi mamá ya me había enseñado a leer y escribir a partir de los dos años, y cuando ingresé a primer grado, no había ni se hacía nada allí que fuera nuevo para mí.




Aquí estoy con Andrés Edgardo Ortiz, y Juancito "Yaneke" Smekens, mis dos amigos de mi infancia escolar (porque también estaban mis amigos de mi infancia barrial: primero y ante todo, los hermanos Miguel y Enrique Montiel, y después el resto: los hermanos Patanía (los hijos del pescador), el gordo Daniel Sansevero, el Polo Esperón, Carlitos el de enfrente (que siempre la ligaba), Alberto Bercovich, el flaco Campolietti, "Pitín" Meatz, Minguito el hijo del dueño del bar de la esquina, Beto Alegre (el nieto del turco Salvador, dueño del almacén de la otra esquina), el Carloncho...
Esta foto fue premonitoria para Smekens: él esta mirando con una sonrisa al avión que sostengo en mi mano en un vuelo imaginario... Hoy en día, el Dr. Juan Luis Smekens es un importante funcionario de la Lockheed Martin...
Ir a la casa de Yaneke era para mí un descubrimiento constante. Sus padres eran belgas, y no había cosa que no me asombrara en esa inmensa propiedad ubicada en Jara y Alberti. el padre entre otras cosas, se dedicaba a la marroquinería, y ya entrar a hurtadillas al taller cuando estaba vacío, era toda una aventura. era una familia muy culta, y Smekens tenía varios hermanos dos mayores que él, y uno menor. Un día con un aparatito de plástico parecido a un largavistas, y donde se introducía un disco con pequeñas diapositivas, vi imágenes del Atomium, una construcción que recreaba la estructura del átomo, y que con el correr de los años conocí personalmente. (El Atomium fue construido para la Feria Mundial de Bruselas de 1958)
El Atomium de Bruselas

Otra sorpresa era la comida. Los Smekens comían cosas desconocidas para mí, y que ahora son moneda corriente. Eso sí, todo era casero, fruto de las habilidosas manos de la madre de Yaneke: en su casa conocí por vez primera el yogur, el pan negro, el queso crema tipo "Mendicrim", y un dulce que no sé de qué era (quizás de higo), y que era un manjar...



Alguna vez pensé en seguir la carrera de actor, dedicándome al teatro, interés personal que se disipó rápidamente a instancias de la contundente iniciativa familiar, que paradójicamente guiada por el título de una obra teatral de Florencio Sánchez, consideraba que para mí sería mucho más fructífera y segura, y alejada de los avatares de la vida artística, la carrera de médico.
Aquí estamos en el escenario del colegio Don Bosco, saludando al público, luego de una recordada representación en homenaje al Padre Director. El cocinero soy yo. El de bombín y chivita a mi derecha, Carlos Daniel Parra, actual psicoanalista, y quien fuera mi amigo de la infancia. El del extremo derecho, el Dr. Juan Javier Negri Fourcade, hoy devenido en prestigioso abogado. A los demás chicos, les pedí el rastro.
En este mismo escenario del teatro del colegio, "debutó en las tablas", el alumno (hoy actor) Juan Vitali, que era uno o dos años más grande que nosotros.

Ahora que he recorrido un largo camino como educador e investigador educativo, incluso más allá de las fronteras de mi país, debe reconocer con orgullo que tuve la suerte de ir a un colegio sensacional. En esa época, los salesianos estaban en la avanzada educativa. No existía Internet, pero estábamos comunicados con el mundo exterior a través de LU5 DSI (LU5 Dinamarca Santiago Italia), un equipo de radioaficionados que había construido el genial Padre Carlos Domínguez, profesor de Inglés y Física. No había "desktop publishing", pero teníamos a nuestra disposición un novísimo mimeógrafo Gestetner, con el que hacíamos el newsletter del colegio. Teníamos un currículo muy bien balanceado, donde a lo académico se lo combinaba una importante acción en lo deportivo y cultural. El teatro era una actividad intensa, la música como materia se prolongaba en los instrumentos que tocábamos en la banda de los "exploradores argentinos de Don Bosco", y los "Juegos Florales" impulsados por Ricardo Marcángeli eran un estímulo para desarrollar vocaciones en diversas disciplinas, como la literatura y el periodismo, la poesía, el ensayo literario e histórico, la actuación, y la plástica. Tuvimos una generación de maestros y profesores excepcional: el profesor de Historia, de Literatura y artista plástico Marcángeli cuya amistad cultivé después de recibido, el Dr. Carlos Ruso, profesor de Anatomía y Biología, los excelentes profesores de Geografía Giménez y De Carvalho, en Educación Física el atleta Jorge Castillo, que mantuviera durante muchísimos años el record de salto triple, y el profesor Jorge Alvear, con quien aprendí a nadar en los veranos marplatenses en la piscina del Royal Hotel.
Resulta que Alvear también era profesor en nuestro colegio rival, el Instituto Peralta Ramos, y su corazoncito estaba sin dudas allí. Una vez, se realizaron unas olimpíadas entre ambos colegios, y era evidente que la preparación que tenían nuestros enemigos era impresionante. Después de terminadas las olimpíadas, donde literalmente nos barrieron en casi todas las disciplinas deportivas, nos enteramos que a los chicos que habían intervenido para defender los colores del Peralta Ramos, les habían permitido faltar a clase, y durante dos semanas los llevaron a entrenarse a full en su campo de deportes. Los resultados fueron oprobiosos para nosotros. Al futbol perdimos como si fuera un partido de rugby. Nos mataron.
Era tal mi bronca, que logré desquitarme en la cross country de ciclismo. En parte, por la garra que le puse, y en parte por un hecho fortuito, azaroso, providencial: al chico del Peralta Ramos que iba primero cómodo, en la última vuelta se le salió la cadena. Yo iba cuarto, y a partir de allí empecé a pedalear más allá de lo humano. Fui superando rápidamente a los dos que tenía por delante, y llegué airoso en el primer lugar, ante la perpleja mirada de Alvear, que esperaba que el primero fuera uno de sus pollos... Esa es una de las medallas que más atesoro, por todo lo que implicó.

Hablando de medallas y premios, y sin falsas humildades, ser el "Primer Premio del Curso" fue una constante en todos mis estudios primarios y secundarios, aunque a veces desdoblaban y otorgaban "Primer Premio de Conducta y Aplicación", aparte de premios específicos, como los de "Religión", prolijidad del "Cuaderno de Deberes", y "Asistencia a Clase", y "Premio Carnet de Vacaciones", a quien nunca faltaba a misa los domingos de verano. No como ahora, era una educación eminentemente signada por la meritocracia. Sólo izaba la bandera todos los días, el mejor alumno, el que se destacaba en todo, por encima del resto.
Deliciosos recuerdos de mi infancia católica, cuando desconocía qué significaba ser agnóstico, porque tampoco había accedido a Borges - ese "anarquista spenceriano", como su padre Jorge Guillermo y como Macedonio Fernández - y quedar definitivamente atrapado por su pensamiento y su magnífica obra literaria.
Luego de acumular decenas de diplomas y certificados, me pregunté alguna vez sobre su verdadera importancia, trascendencia o intrascendencia, y quizás encontré la punta del ovillo en: http://diplomasycertificados.blogspot.com/


Algunas distinciones: Del magazine santafesino "Soy Mujer", Premio "Casa del Teatro", recibido del actor Homero Cárpena por la acción cutural y de apoyo al teatro en Mar del Plata, Premio de Honor Salón de Artes Plásticas del Rotary Club por la escultura "El Buen Pastor", "Premio a la Trayectoria Académica" otorgado por Editorial Lázara y la Fundación El Libro, y "Premio a la Acción Cultural en el Uruguay".


Recibiendo del Ministro de Turismo del Uruguay, Don José Villar, el "Premio a la Acción Cultural", consistente en una reproducción de la escultura del montevideano José Belloni, cuyo original está emplazado en en el Parque José Batlle y Ordoñez de la capital uruguaya.



LA FACULTAD DE MEDICINA


Esta foto de mis dieciocho años me causa gracia, pues parece un daguerrotipo de principios del siglo pasado. Mi cabello ondulado se resistía a obedecer el mandato de la "Lord Cheseline" azul. No había gomina ni fijador que lo domesticara. Finalmente, con el correr de los años, hice lo que debía haber hecho de entrada, ir en contra de la moda de los pelos achatados con "Alerta" o engrasados con "Brylcreem", y dejar que los rulos se expresaran en toda su dimensión...
Hay por ahí una foto que algún día incluiré en esta autoblografía, donde quedó el testimonio de un momento donde llegué a "plancharme" el cabello, enemistado con los rulos, y aprovechando que Chichita era peluquera...



¡Veinte años!


Equipo de Fútbol, circa 1971
Parados: Daponte, Melograno Lecuna, Dianti, MacKinley.
Inclinados: La Regina, Cardellino, Heinen, Guma
Lugar: Universidad del Salvador, Buenos Aires, Argentina
Antonio La Regina no ejerce. Pasó de la anatomofisiología a la gastronomía: es el propietario de la famosa "Cantina de Don David". Los otros son importantes profesionales de la Medicina.
Como jugador de fútbol, yo era puntero izquierdo, y para más datos, un clásico "colchonero", apelativo que se utilizaba en mi época juvenil, y que actualmente se conoce como "pescador", es decir, el que no se mueve demasiado en la cancha, está siempre lo más cercano posible al área contraria, con el único objetivo de robar pelotas y hacer goles. Gracias a esta característica de poco esfuerzo y mucha adrenalina al tomar contacto con el balón, gané mi medalla de goleador en el torneo que se organizó en el "Colegio Mayor Universitario San Francisco de Sales", el pensionado estudiantil salesiano donde pasé mis primeros años de vida universitaria en la ciudad de Buenos Aires. Quedaba en la calle Yapeyú 85, y era una magnífica casona de amplios ambientes, pisos de roble de Eslavonia y ventanales jerarquizados con maravillosos vitreauxs franceses, una casona que lamentablemente con el tiempo cayó bajo el piquete del mal llamado progreso, transformado en un edificio de departamentos. A partir de la experiencias vividas en tan difíciles épocas, surgió mi ópera prima, la novela titulada "Un Tenue Olor a Aceite", que prologó Eduardo Gudiño Kieffer.



¡Al fin médicos!
Ésta es la comisión que formábamos cuando terminamos la carrera de Medicina. Sinceramente, éramos unos animales estudiando. No dejábamos de aprender ni la letra chica. Todos eran estudiantes im-pre-sio-nan-tes. Nos "cebábamos" para ver quién sabía más. Y desde luego, hoy todos ellos son médicos de gran jerarquía.
Aquí estoy con Alberto Ferrero, Roberto Crowley, Irene Altuna, Horacio "Tuli" Maturi, y Silvia Guaita.
Recuerdo que Tuli Maturi, hoy uno de los mejores anatomopatólogos argentinos, había conseguido todos los preparados histológicos que iban a tomar para el examen final de Histología (unos cincuenta), y nos los aprendimos a todos a punto tal, que a la mayoría los identificábamos a trasluz, sin necesidad de mirarlos por el microscopio...
Ése fue uno de mis mejores exámenes finales. El profesor me hizo describir un par de preparados histológicos, que obviamente hice con lujo de detalles, ya que los conocía de memoria. Después me pidió que le describiera un tercero, y para mi suerte, se lo pude describir no sólo a microscopio óptico, sino que también le dije lo que se podría ver en microscopio electrónico. Cuando empecé a hablar de la escotopsina y de la descomposición y regeneración de la rodopsina, me interrumpió diciéndome: "Basta Melograno. Cállese. Usted es una bestia peluda. Váyase de acá. Tiene un diez".

Así fuimos formados y autoformados en aquella época en la Universidad del Salvador: disfrutando del placer del conocimiento, ávidos por saber cada vez más y mejor. Sabiendo que de nuestra jerarquía y esfuerzo profesional dependería la vida o la muerte de nuestros futuros pacientes.


LOS AÑOS MARPLATENSES


En la puerta de mi casa en Mar del Plata, con mi primogénita, María José, mi esposa Fátima, y mi hijo Diego (en la panza), circa 1977.

En esa época trabajaba en el Hospital Interzonal General, y hacía guardias en la Clínica Modelo y la Clínica Colón. También era integrante de la Comisión Directiva del Centro Médico de Mar del Plata, y tenía un agencia de Publicidad con mi amigo Rodolfo Pagliere. Se llamaba "Greenpale & Asociados", "Green" por el color esperanza, "PA" por Pagliere, y "LE" por Lecuna, aunque habíamos hecho correr la bola de que el dueño era un norteamericano, John Greenpale, y nosotros dos sus socios. Tuvimos como clientes al Club Quilmes y al Club Náutico de Mar del Plata, e intervenimos en varias campañas publicitarias, y en la presentación de artistas nacionales como León Gieco, e internacionales como el grupo "The Police".
En esta foto, se aprecia en parte una obra en cemento directo de uno de mis maestros, el escultor Pablo de Robertis.


La Generación Atlántica

Foto futurista de tres integrantes de la Generación Atlántica:
Juan Carlos Garcia Reig, Marcelo Marán, Luis Alberto Lecuna.
Ver el Manifiesto Atlántico en este enlace.


Integrantes de la Generación Atlántica: Lecuna, Carlos Balmaceda, Cachi García Reig,
Marcelo Marán, Oscar Balmaceda, Juan Pablo Neyret, Julio Neveleff

Surgida en la década del '80 a partir del Manifiesto Atlántico, elaborado en la vecina y emblemática localidad de Dionisia, esta nutrida generación de jóvenes hombres de letras (escritores, poetas, pensadores, dramaturgos, artistas plásticos y músicos), estuvo conformada por los que aparecen en la foto, más Jacinto Patruno, Mario Corradini, Carlos Martín Arroyo, Ricardo Morel, Agustín Rojas Hoyuelos, Asdrúbal Mares, y una cantidad significativa de homónimos distractores, de seudónimos (obligados a utilizarse para ciertas producciones en poesía y prosa de neto corte sicalíptico), y finalmente, por heterónimos de admirable elaboración, a la usanza del portugués Fernando Pessoa.
El fuerte componente biorgesiano de la ideología atlántica, hizo que por propia decisión, el devenir de esta generación se mantuviera (con dispar éxito), en el anonimato, ya que Georgie insistía en su íntimo deseo de ser una nada más, de pasar al olvido. No obstante este respetable propósito, varios atlánticos trascendieron notablemente con su propio nombre o con variaciones heterónómicas, en el mundo de las ciencias y las artes mayores y menores, como fácilmente puede comprobarse.
Enlace sobre el Manifiesto Atlántico y los integrantes de la Generación Atlántica




Una foto de una de las épocas más dichosas de mi vida: cuando fui designado Director de Cultura de mi ciudad natal, Mar del Plata. Había logrado comunicarme con el gran Ástor, gracias a los oficios de un pintor (Eduardo Martín) que había viajado a Paris. Así, pude contratarlo para que ofreciera un concierto con su quinteto en el Teatro Auditorium, para inaugurar la temporada estival. Cuando llegó a Mar del Plata me pidió que le consiguiera un lugar tranquilo para ensayar con el grupo. El gran pianista Manolo Rego nos facilitó el lugar en su casa del barrio Santa Mónica, y proveyó los atriles. Allí, en un cuarto de escasas dimensiones me dí una "panzada" musical: fui el único espectador de todo el ensayo, teniéndolo a Astor a menos de medio metro mío. Como médico, me impresionó vivamente su mano derecha, que era la que tenía frente a mis ojos: aislada del bandoneón, podría decirse con propiedad que era una mano deforme, pero en contacto con el teclado del Doble A, la deformidad de esos dedos se transformaba en una perfecta adaptación a los botones, como si manos y bandoneón fueran componentes inseparables de un único instrumento. ¿Por qué lo de "Cohete"? La explicación está en: ASTOR PANTALEÓN PIAZZOLLA



Con Majo, mi hija mayor, en Mardel


(FOTO: Reig y Lecuna saludándose. Salón de los Intendentes, Palacio Municipal)

Siendo Director de Cultura de Mar del Plata, presentamos el libro: "Teoría del origen y desarrollo de la fauna de mamíferos de América del Sur" del zoólogo, paleontólogo, genetista y biólogo evolutivo Osvaldo Alfredo Reig (1929 - 1992), qquien fue uno de los más importantes científicos de América Latina. Fue uno de los pocos argentinos nombrado como miembro asociado de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, y de la sección Teriología de la Academia Nacional de Ciencias de la Unión Soviética.
Además fue nombrado Doctor Honoris Causa de la Universidad Autónoma de Barcelona y de la Universidad de Buenos Aires. Sus aportes en el campo de la genética evolutiva de los vertebrados, sus contribuciones a la paleontología, sistemática y biogeografía histórica de los mamíferos son invalorables.



Lecuna y Borges, Villa Victoria Ocampo

Tuve la dicha de conocer y tratar en sus últimos años, al máximo escritor de la lengua castellana. El impacto que produjo en mi vida fue tal, que significó una bisagra en lo ideológico, lo estético y lo ético. Fruto de la constante lectura de su obra, surgió en mí la necesidad de expresarme a través de la literatura. Fruto del contacto personal con Georgie, hay varias entrevistas inéditas, y muchos textos y poemas dignos de olvido, páginas que el internauta arriesgado que no pueda conciliar el sueño podrá encontrar en algún lugar de Internet, browseando mi nombre.



Georgie



Lecuna y Borges


Una de las últimas fotos de mis tres hijos marplatenses, en el frente de la casa de la calle Saavedra 2036, antes de irnos a vivir definitivamente a Buenos Aires, en 1982.


LA PATOTA CULTURAL


Reunión en mi casa de Bs. As. de trabajadores de la cultura, intelectuales independientes integrantes del Centro de Participación Política del Movimiento Renovación y Cambio.


Como una forma de desprestigiar la incursión de los trabajadores de la cultura en el mundo de la política, ciertos espíritus reaccionarios coincidieron en referirse al grupo que acompañó el reingreso de Argentina al camino de la democracia, con el apelativo de la "patota cultural".

Lamentablemente, y desde mi punto de vista y experiencia, fueron más las decepciones que los logros, más las frustraciones que las satisfacciones, a punto de considerar mi incursión en la política (fui en dos ocasiones Coordinador de Gabinete de la Secretaría de Cultura de la Nación), como un exitoso fracaso...

El único mérito que pude aquilatar, fue que en las dos ocasiones que estuve, y con el mismo cargo, (1983/84 y 1988)... me echaron. Y dada la jerarquía administrativa y la calidad operativa del primero y el último secretario de cultura del alfonsinismo, considero un logro en mi carrera de administrador cultural, haber sido expulsado de la función pública con iteración, por semejantes ineptos.

(Años atrás, durante la gestión socialista del intendente Fabrizio, el mediocre secretario de gobierno y portador de nombre y apellidos ilustres, don Teodoro (h), un geronte someramente ilustrado que lamentablemente no obtuvo ningún legado genético de valor por parte de su capacitado padre, se encargó de sacarme de mi cargo de Director de Cultura de mi ciudad natal, Mar del Plata. Sin saberlo, su decisión me prestigiaba porque marcaba un abismo entre mi gestión y la de él.

El tiempo se encargó de poner las cosas en su lugar. En la revista Noticias y Protagonistas del 1º de septiembre de 2002, el periodista Juan Pablo Neyret afirma que "En 1982, el por entonces secretario de Gobierno de la comuna durante el comisionato de Luis Fabrizio, Teodoro Bronzini (h), apartó de su cargo al mejor director de Cultura que haya tenido Mar del Plata en las dos últimas décadas, Luis Alberto Melograno Lecuna. La razón era muy simple: Cultura corría a doscientos mientras la Municipalidad iba a veinte...

En esta foto tomada en mi casa del barrio de Belgrano (casa que años después tuve que vender para sostener económicamente a mi escuela), alcanzo a distinguir, entre otros, a Juan Carlos Dual y China Zorrilla (al fondo a la izquierda), Beto Brandoni (uno de los tantos "santos" que no figura en mi devocionario), Magdalena Ruiz Guiñazú, Marta Bianchi, Onofre Lovero, Eduardo Belgrano Rawson tapado por Diana Maggi, el descontracturado Pacho O'Donnell en el suelo, mi esposa Fátima y yo de brazos cruzados, y debajo María Herminia Avellaneda, la querida entrerriana María Ester de Miguel y la historiadora María Sáenz Quesada (ambas tapadas por las cabezas "quemadas" o el flash de Javier Torre, y adelante de él, de Marcos Aguinis)

En esta foto estamos muy atentos escuchando a quien era entonces el candidato a Presidente de la Nación y contrincante de Carlos S. Menem, un cordobés que usaba un lápiz rojo y que quizás por sanidad mental ya ni recuerdo su nombre, y al que posteriormente el ingenio popular bautizó "aloe vera", porque "cuando más lo investigaban, más propiedades le encontraban..."

Faltan muchos integrantes del originario Centro de Participación Política (CPP), la "patota cultural", como nos llamaba entre otros Sergio Velazco Ferrero: Manolo Antin, Ricardo Wullicher, Mirta Arlt (la hija de Roberto), el "Chani" Inchausti, y quien a mi juicio, es uno de los más lúcidos intelectuales argentinos, y quien debía haber sido el Secretario de Cultura de la Nación en 1983: Luis Gregorich. Pero ente gallos y medianoches, apareció Brandoni, se lo "chamuyó" a Alfonsín a favor de su amigo, que era alguien con mucha chapa como dramaturgo pero un inepto total como administrador cultural, que encima no había participado en las elaboraciones de las comisiones del Centro de Participación Política, agrupación que nos nucleaba. este nefasto personaje le dediqué un relato que fue publicado en el libro "Colecticia Borgesiana": "El indigno reemplazante Carlos Ortigazos".
Allí cuento los avatares de los hombres y mujeres de la cultura en la función pública a principios de la década del ochenta, cuando todos fuimos seducidos por el discurso de la ética y la transformación social y cultural del país que proponía Don Raúl Ricardo y su Movimiento de Renovación y Cambio.


Presentación de mi primer novela, "Un tenue olor a aceite".
En la foto, las escritoras Silvia Plager y María Ester de Miguel,
y los cineastas Mario David y Manuel Antín.


Mi gestión como Director de Cultura fue corta pero intensa. En poco más de un año, se inauguró la primera biblioteca parlante de Mar del Plata para ciegos, debutó el quinteto de Piano y Cuerdas (Quinteto Rego), el grupo de música antigua "Florilegium Musicum". También durante mi gestión contraté a Hugo Di Taranto para la realizaciuón de un audiovisual sobre Victoria Ocampo, titulado "La Última Carta", organicé el Museo Castagnino y elevé el Proyecto de Creación del Centro de Arte Contemporáneo, junto a un proyecto de refuncionalización de la Villa Victoria.
Elevé además un proyecto de realización de una Radio Municipal y de la primera TV por Cable, aprovechando las instalaciones que había en el estadio Mundialista.
Inicié junto a Carlos Balmaceda el Programa de Acción Cultural en los barrios, presenté el proyecto de integrar la Biblioteca Municipal al Área Cultura municipal, organizamos la Bienal de Artes Visuales, en la que expusieron entre otors Robirosa, Páez, Benedict, Gorriarena, Limura, el tano Cascioli, Cognini, y homenajeamos a Pompeyo Audivert.
El Gran Premio de Honor le correspondió al marplatense Pérez Becerra.
Quizás uno de los principales logros fue el de fomentar la concreción de los primeros centros culturales barriales ( En la zona Puerto y en Camet), llevando adelante además el Programa "DFC (Doble Flujo Cultural), que consistía en llevar la oferta cultural a los barrios, y acercar el público de los barrios a los centros tradicionales de expresión cultural, como ciclos en los barrios a cargo de la Banda Municipal, y conciertos didácticos de la Orquesta Sinfónica Municipal en el Teatro Auditorium. También, con Sonia de Francisco se incentivó y llevó adelante el Programa Bibliotecas Barriales.
Todas estas actividades, inusuales en cantidad y calidad, necesitaron de un programa de capacitación continua del personal de cultura, en management, que no fue recibido positivamente al principio, pero que luego me agradecieron, cuando pudieron acceder por concurso a una jerarquización de sus labores como empleados municipales.
Se reorganizó la Escuela Municipal de Ate Dramático. Para ello, contratamos a Agustín Alesso, Osvaldo Bonet, Julio Ordano y Alejandra Boero, para asesorarnos en la elección del futuro Director de la Escuela. Finalmente decidí contratar a Julio Vaccaro, que había formado parte de Teatro Abierto, al joven Roberto Moss (quien había estudiado con Juan Carlos Gené y Eugenio Barba, y había participado en seminarios de Lee Strasberg), y Enrique Baygol.
Junto a Susana López Merino llevamos adelante diversas actividades, como ciclos de música en los que participaron Dino Saluzzi, una casi desconocida Teresa Parodi, Luis Alberto Spinetta, el cuarteto Zupay, conferencias a cargo de Brnardo Canal Feijoo y Jorge Luis Borges,
Tambiénrealizamos el primer Seminario de Artes Visuales con la presencia de Vicente Chumilla, Horacio de Dios, Julio Lagos y un muy joven, casi adolescente Jorge Fontanarrosa, que espantó a buena parte de la concurrencia, al mencionar dos posibilidades que provocaron el descreimiento y la burla de muchos: la de poder enviar y recibir textos e imágenes vía telefónica (simplemente él estaba refiriéndose al Fax), y la posibilidad de que se pudiera editar simultáneamente un periódico en dos lugares geográficos distantes, utilizando medios satelitales. Más de uno lo tildó de delirante. Algunos se levantaron y se retiraron del Simposio, visiblemente ofendidos por escuchar tamañas "mentiras".


EL CENTRO CULTURAL PUEBLO BLANCO

Durante más de dos décadas, tuve el honor de ser el Director del Centro Cultural de Punta del Este. Por su Universidad de Verano, pasó en veintitres años, lo más representativo de la intelectualidad, el periodismo, la ciencia y las artes rioplatenses, en todas sus manifestaciones ideológicas.
Asimismo, por la Art Gallery desfilaron muchísimos artistas rioplatenses noveles y consagrados, tales como Ricardo Marcángeli, Néstor Villar Errecart, Julio Lavallén, Marino Santamarina, Santiago Cogorno, Juan Carlos Lasser, Miguel Dávila, Carlos Cañás, Daniel Bottero, Raúl Russo, y Juan Carlos Castagnino.

De punta en blanco en una de los primeros vernissages de la Art Gallery del Centro Cultural de Punta del Este. Mi esposa Fátima, Ana Marcángeli, el gran fotógrafo Pepe Fernández Balado, y el Maestro Ricardo Marcángeli.

Art Gallery, Punta del Este, Uruguay


Clase del Dr. Alberto Levy


Conferencia sobre temas educativos


Entrevista de Canal 7 de Punta del Este a la entrañable Graciela Caplan, pionera en la utilización de las nuevas tecnologías en la educación, con quien fundamos junto a Carlos Neri , Fernando Pisani y Alejandro Lagreca, y otros amigos, una de las primeras comunidades virtuales de Argentina: InfoEdu, el foro homónimo que llegó a convocar a 30.000 usuarios de 12 países, y varios foros más, como InfoEdu-Resumen (coordinado por Carlos Vilches), InfoEdu-Proyectos Interescolares, Foro Borgesiano, KinderEdu, y Vínculos.


Programa de TV realizado en la Galeria de Arte: El Dr. Miguel Muto entrevista al filósofo y pedagogo Jaime Barylko, quien durante 8 temporadas realizara 24 conferencias en el Centro Cultural.


Conferencia del venezolano abogado, psicólogo y educador Luis Alberto Machado, sobre "La Revolución de la Inteligencia". Machado fue titular del "Ministerio para el Desarrollo de la Inteligencia" en su país natal. Aquí, una entrevista a Machado


En La Art Gallery, El Dr. Machado platicando con el político demócrata
progresista Rafael Martínez Raymonda.
Durante más de dos décadas,
todo el espectro político e ideológico rioplatense, pasó por el Centro Cultural de Punta del Este
.


Aquí estoy con el Quinteto de la Fundación Piazzolla, En la foto, junto a Laura Escalada de Piazzolla,
y el galerista y
marchand Jorge Castillo, que fuera nombrado Caballero de la Legión de Honor de la República Francesa.


Con Susy Reich, de la Fundación Tercer Milenio,
y el médico integracionista Andrew Weil, autor del best seller "Spontaneous Healing"



Presentación de la Revista Ñ



Centro Cultural Pueblo Blanco: Más de 20 años de entrevistas a pensadores,
escritores, filósofos, políticos, periodistas, científicos y artistas.
Aquí: el escritor y ex-montonero Martín Caparrós



Marcelo Bonelli



El sediento periodista Jorge Lanata, rodeado de bebidas light debido
a su importante diabetes, y fumando sin cesar.




El Dr. Bernardo Kliksberg

Bernardo Kliksberg -entre numerosas actividades y distinciones internacionales- es Asesor principal de la Dirección del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo de América Latina y el Caribe. Refiriéndose a la tarea de organizaciones de la sociedad civil como Pueblo Blanco, que silenciosamente desarrollan actividades signada por principios éticos y de promoción social, dijo en ocasión de la celebración de las dos décadas de la fundación del Proyecto Pueblo Blanco: "Este trabajo tiene un gran valor práctico apoyando políticas inclusivas, desarrollando iniciativas originales, tomando contacto con algunos de los sectores más postergados o estableciendo espacios culturales y educativos de gran utilidad colectiva. En este último marco se inscriben los tan meritorios veinte años de Pueblo Blanco, un proyecto cultural integral llevado adelante con pionerismo, calidad y compromiso ejemplares por Alberto Melograno Lecuna y su equipo. Pueblo Blanco desarrolla un amplio abanico de actividades, que por su relevancia, excelencia y seriedad, lo han convertido en una referencia regional. Ha sido asimismo desde su sede en un lugar muy querido de América Latina, el impulsor vigoroso de la integración cultural regional, pilar de la integración económica, social y global.
Su aniversario merece que se le de todo el reconocimiento por sus servicios de excepción a la comunidad, y que sus esfuerzos sean apoyados colectivamente"


El historiador Felipe Pigna


Nutrida concurrencia a una conferencia en el parque frente al Escenario al Aire Libre "Jaime Barylko"


Con dos personas claves en mi vida: el Maestro Ricardo Aristodemo Marcángeli, y el querido tzadik Jaime Barylko, padres espirituales, amigos que siempre extrañaré. (Ver enlaces en los nombres de ambos)



Conferencia en el Centro Cultural de Punta del Este, Universidad de Verano,
cuyas actividades coordiné por más de dos décadas.
En la foto, con Mariano Grondona, Manuel Mora y Araujo,
Lorge Lanata y Nathaniel Nash. Fue en enero de 1993.



El Centro Cultural, siempre contó con el sostenido apoyo del público, integrado por nativos y turistas de la región



Con Enrique V. Iglesias, entonces Presidente del BID


El poeta y filósofo Santiago Kovadloff



Entrevista a Mariano Grondona


Marcos Aguinis


José Ignacio García Hamilton, Rodolfo Rabanal, Fernando Díaz - Plaja,
Luis Alberto Melograno Lecuna, circa 2008, Centro Cultural de Punta del Este, Uruguay




EL COLEGIO

El que una familia dedique todo su patrimonio intelectual y económico a la educación, colaborando de esta manera en una tarea fundamental para el Estado Nacional, no parece ser algo que despierte en los gobiernos de turno el más mínimo reconocimiento. Al contrario. La miopía intelectual de nuestros mandatarios, especialmente en los últimos años, ha hecho que por acción u omisión, desaparecieran por ejemplo sólo en la ciudad de Buenos Aires, más de un centenar de escuelas de gestión privada. Muchos técnicos ideologizados a al violeta, como el caso de Daniel Filmus, consideran a este tipo de escuelas como "empresas", que deben correr el "riesgo empresario", mientras son sometidas por ejemplo, a las inequidades que plantea el sistema de concesión de subvenciones, que beneficia a los colegios confesionales en desmedro de los laicos.
Lo que ineptos como el citado nunca entenderán, es que una escuela no es un ente comercial, habida cuenta de que no existe en el mundo una institución educativa que apunte a la excelencia, que pueda mantenerse solamente con los aranceles escolares, salvo que estos sean altísimos (e imposibles de abonar en países como el nuestro).
Por eso la existencia de los subsidios que brinda el Estado a los colegios, lástima que lo haga selectiva e injusta.

Si la estrategia en materia educativa de los gobiernos supuestamente progresistas ha sido la de hacer que desaparezcan los colegios laicos de gestión privada, debo admitir que desde 2001 a la fecha han ido por buen camino.

Una de las injusticias es el sistema de subvenciones que se distribuyen inequitativamente a unos colegios en perjuicio de otros, otra injusticia es regodearse en los discursos hablando de "la importancia de la educación", pero no hacen nada por sostener a las instituciones educativas, como sí se hizo en su momento condonando deudas y fijando regímenes impositivos especiales a exportadores y empresas relacionadas con el petróleo.

Es vox pópuli que muchos argentinos en vez de apostar al país, ponen su dinero a resguardo en paraísos fiscales extranjeros, a punto de existir en bancos off shore una cifra igual o superior a la Deuda Externa. Por su parte, el gobierno discursivamente invita a los privados a “invertir en el país”, y sostiene que la educación "es la clave del desarrollo de una sociedad", pero los que siguiendo las sugerencias del Gobierno ponemos el fruto del esfuerzo propio y de nuestras familias en el país y en la Educación, nos vimos expuestos como en mi caso, a un tratamiento opresivo y sin ningún tipo de consideración, equiparándonos en su supina ignorancia a empresas comerciales “grandes contribuyentes”.

Los dueños de escuelas no somos empresarios, somos educadores que elegimos una forma de vida en un organismo sociocultural que tiene por objetivo primario la promoción social, aportando nuestro grano de arena por un país mejor, ya que como es comprobable y comprobado, no se puede lograr la excelencia educativa sin un apoyo económico externo sostenido.

La terrible presión ejercida por el gobierno a través de sus estamentos formales, como la AFIP, que operaron en muchas ocasiones de manera injuriosa, agresiva, prepotente y errónea, fue minando mi salud.

Hoy se sabe fehacientemente que muchas enfermedades que sufren los seres humanos, surgen a partir de situaciones muy traumáticas (injusticias, abusos), generadas en su entorno.

Allí empezó mi debacle física: una operación de urgencia de vesícula en 2003, la colocación de un marcapasos cardíaco definitivo en 2005, y la lucha que vengo librando desde 2007 contra el cáncer de colon y sus metástasis.

Pero no lograron minar mi ánimo. Vendí todo lo que tenía, hasta mi propia casa, para sostener el colegio. Y el colegio siguió funcionando. Y creció. Y sigue siendo una institución modelo, reconocida internacionalmente, innovadora y de vanguardia. Y mi modelo pedagógico (el integracionismo educativo), me ha permitido y me permite viajar por el mundo para presentarlo en distintos foros y congresos mundiales de educación. También me editaron un libro sobre el tema en España. Y hay otro más pronto a ser editado.
Una de las críticas más paradojales, controversiales, y de doble lectura que he tenido fue la de un amigo español: "Tu gran acierto (o tu gran error), tu gran éxito (o tu gran fracaso), fue haber fundado un colegio de Primer Mundo, en el Tercer Mundo".
Nadie es profeta en su tierra.



Un edificio construido con los más altos stándares de calidad.


Una de las dos escaleras de incendio con que cuenta el edificio.



Una de las Salas del DTE (Departamento de Tecnología Educativa)


Proyecto interactivo interescolar bilingüe, conjuntamente con un
colegio de EEUU y el Zoológico de San Diego. CA.



Actividad deportiva en el Club de Amigos


Círculo Interactivo de Participación y Calidad


En Cambridge, Inglaterra, con un Funcionario de la Universidad
encargado de los exámenes internacionales



El colegio fue diseñado con las máximas medidas de seguridad ( tiene dos escaleras de incendio, una al frente y otra que da al contrafrente del edificio), y arquitectónicamente se pensó en todo: seguridad, circulación, iluminación natural en todas las aulas, ventilación, etc.


Bienal de Artes Visuales



Patio cubierto


Fachada del colegio


Ceremonia de colación de grados



LA RAZÓN DE MI VIDA


  • Carlos, Mace, Majo, Diego, los hijos de mi cuerpo.
  • Mis textos, mis dibujos, pinturas, esculturas y canciones, mis proyectos, mi colegio, los hijos de mi mente.
  • Nico, Luca, Vito, Filippo y Bruno (y los que sigan viniendo), los hijos de mis hijos
He aquí las tres maneras de burlar a la muerte: con mis hijos, con mis obras, y con los hijos de mis hijos.

Gracias Fátima, por los fantásticos hijos que me diste.
Gracias hijos, por estos hermosos nietos.



Mis cuatro hijos, pequeños, allá por 1986.


Los primogénitos, María José y Diego, con Fátima.


Mis padres Carlos y Chichita con sus nietos marplatenses. El cuarto, Carlos Alberto, nacería en Buenos Aires en 1985.


De vacaciones en Uruguay, en 1986.


Mi esposa Fátima y tres de mis hijos. ¿Dónde habria ido Diego?


Temerario, decidido, Diego siempre aparecía casi todos los días en los veranos con una lastimadura nueva, fruto de su osadía para hacer algo que ninguno de sus amigos o primos se animaba a hacer: o bajar a toda velocidad por un médano empinado, o saltar atravesando un lugar peligroso, o tirarse a la piscina desde algún lugar no previsto. Recuerdo cuando fuimos una vez al Club Med, en Itaparica, Brasil. Fue tal la energía y garra que puso, que ganó el primer premio y medalla en un certamen de natación, en el que compitió con chicos más grandes que él.

Una foto que siempre sacábamos al finalizar las vacaciones, al pasar por Colonia do Sacramento


Las vacaciones uruguayas. Recuerdos imborrables.


El sentido de mi vida: mis hijos María Celia, Carlos Alberto, Diego Martín y María José.






Con Majo, mi hija mayor. Al irse Mace -mi otra hija- a vivir a EEUU, el vínculo con Majo lógicamente se redobló. Cada vez que la beso o la abrazo, es como si lo hicera a mis dos hijas a la vez.


Ésta es la última foto que les saqué a mis cuatro hijos.

La forza azurra: I miei nipoti Nico, Luca, Vito, Filippo, Bruno
¡Y vienen dos más para enero de 2010!

FÁTIMA


Bancarse las ideas y proyectos de un acuariano no es tarea fácil. Como Pablo Neftalí Reyes Basoalto Neruda, también debería decir que "confieso que he vivido". Confieso, además, que en mi mi vida siempre hice absolutamente todo lo que se me antojó. Y reconozco que eso hubiese sido imposible si no hubiera tenido a mi lado a alguien que toleró y apoyó tanto mis respetables proyectos como mis más insólitas locuras.
Nos casamos muy jóvenes (ella tenía 19 años), y puede decirse que crecimos junto con nuestros hijos.
Si hiciera un listado de todas las cosas que hice (algunas realmente insólitas, analizadas desde la madurez), tendría que escribir un libro aparte. Si bien no creo en horóscopos, me causa gracia leer las características de los acuarianos y tigres de metal, porque para mi bien o para mi mal, sorprendentemente coincido en la mayoría de los rasgos que los definen.
Mirando hacia atrás, recorriendo en la memoria el camino andado, reconozco emocionado que en las buenas y en las malas ella siempre estuvo, defendiéndome, apoyándome, soteniéndome, a pesar de ser tan distintos, a pesar de nuestros diferentes puntos de vista. Nunca nos callamos nada, nuestras discusiones siempre fueron explosivas, belicosas, porque ninguno se guardó nunca nada. Y quizás esa necesaria y hasta saludable catarsis sea una de las causas por las cuales, a pesar de ser en muchísimas cosas como el día y la noche, seguimos juntos, formando parte de esta escasa especie en extinción que son los matrimonios prolongados.

Fátima en un pueblo blanco griego, cuando el proyecto de fundar un colegio,
comenzaba a concretarse.




MIS PASIONES
(puestas aleatoriamente)

1.- Las Tecnologías de la Información y la Comunicación



2.- La Radio y los Medios

Veranos Felices, con otra de mis pasiones: la radio.
Programa "Páginas de Enero", FM 95.1 y FM Brava
Conduje este programa durante cinco veranos, en estas dos FM de Punta del Este.




Programa "Páginas de Enero"

En el colegio comenzó mi vocación periodística, aprendiendo incluso a utilizar la Gestetner para editar "Número Cero", el newsletter escolar. También mediante LU5 DSI nos comunicábamos después de clases con infinidad de gente. Una persona que nos quedó grabada por su importancia en la historia del tango argentino, fue el autor de la música de "Milonguita" (Esthercita), don Enrique Delfino, con quen llegamos a comunicarnos en sus últimos años, cuando ya estaba ciego. Radioaficionado, eximio pianista y padre del "tango canción", Gardel llegó a grabarle temas como Aquel tapado de armiño, ¡Araca, la cana!, Dicen que dicen, Padre nuestro, Palermo y El rey del cabaret.

En mi época de estudiante de la Facultad de Medicina del Salvador (USAL), dirigí la revista "El Glóbulo Rojo", y tuve la oportunidad de hacerle una entrevista en la misma Fundación Campomar, a Luis Federico Leloir, nuestro Premio Nobel de Química.

Mi primera incursión en los medios, fue haciendo una columna sobre periodismo científico en un programa de LU86 TV Canal 8 de Mar del Plata, en 1976. La Comisión Directiva del Centro Médico, me comunicó que "no veía con buenos ojos" que un profesional miembro de la Asociación "se prestara a realizar ese tipo de actividades por un medio de comunicación", como si el difundir noticias médicas didácticamente fuera algo ajeno a la actividad de un doctor.
Así se pensaba en ese entonces...

Siendo Director de Cultura de Mar del Plata, asesoré y produje toda las parte cultural del programa Semana 9, que Gerardo Sofovich emitía en el verano desde Mar del Plata. Así pudieron ser conocidos por un público masivo, los elencos de actores, y llos mejores plásticos y musicos de mi ciudad natal.

También organicé junto a Juan Palmegiani en Canal 8, un ciclo de entrevistas, en las que participaron ente otros el Académico Bernardo Canal Feijoo, y Jorge Luis Borges.

Durante cinco años, fui el editorialista de una revista para la comunidad argentina e hispana de EEUU que se editaba en California (El Suplemento)

Si escribir sobre temas a que a uno le gustan es un placer, el estar frente a un micrófono depara sensaciones similares cuando no superiores, porque a la radio se le adita la posibilidad de comunicarse inmediatamentre con los oyentes, en un feedback enriquecedor.
Disfruté enormemente los veranos que tuve mi programa "Páginas de Enero" en dos FM puntaesteñas. En tono de broma, y parafraseando una idea de un primo que sí se ha dedicado profesionalmente a la radiodifusión y el periodismo, (Oscar Balmaceda, coautor del libro sobre el Caso Cabezas), el locutor al presentar mi programa decía solemnemente: "La siguiente, es una producción de la primera fábrica rioplatense de programas de radio"




3.- Las Artes Plásticas

Natura Morta - Olio su tela

Mi maestro fue el gran artista plástico Ricardo Marcángeli, y aprendí técnicas escultóricas con Pablo de Robertis y Ponciano Cárdenas.
La pintura, como el grabado y la escultura, fueron actividades que siempre amé, y que siempre fui postergando. En esa época imaginaba un futuro como escritor y plástico, pero cuando me dediqué a la educación, ésta me absorbió completamente, y la postergación fue prácticamente definitiva. No obstante hice muchas esculturas, grabados y pinturas, gané algunos premios de cierta envergadura, y cuentan con obras mías algunos museos (Puerto Rico, La Plata, Mendoza), y coleccionistas particulares.



Busto de Borges
A esta escultura la hice en arcilla, y luego en cemento patinado. La doné a la Asociación Borgesiana de Buenos Aires. Estudié técnicas escultóricas con Pablo de Robertis (cemento directo) y Ponciano Cárdenas (arcilla y vaciados en cemento blanco, y preparación para fundido en bronce)


4.- Borges, y a partir de él, la Literatura.

El tosco pedazo de piedra cordobesa gris azulada que constituye la lápida borgesiana se obtuvo de las Sierras de Punilla y fue esculpido en un taller ubicado en el mítico barrio de Palermo.
En el frente se aprecia debajo del nombre de Georgie, un sobrerrelieve con siete guerreros durante la heroica defensa de las costas británicas en Maldon, cerca de Essex, en agosto de 991.
Debajo, se lee "and ne forhtedon na" (y no tengan temor), que es parte del verso 21 de un poema sin principio ni fin conocido, al que se lo cita como "The Battle of Maldom", escrito en la lengua anglosajona predecesora del idioma inglés:

Ða þær Byrhtnoð ongan beornas trymian,
rad and rædde, rincum tæhte
hu hi sceoldon standan and þone stede healdan,
and bæd þæt hyra [randas] rihte heoldon
fæste mid folman and ne forhtedon na.

Then Byrhtnoth marshalled his soldiers,
riding and instructing, directing his warriors
how they should stand and the positions they should keep,
and ordering that their shields properly stand firm
with steady hands and be not afraid.

El poema fragmentario relata parte de los avatares que llevaron a la muerte al estultamente confiado e ingenuo Beorhtnoth, hijo del Duque de Essex, que se dejó convencer por Analf, su astuto adversario, y le permitió cruzar el brazo del río del Agua Negra, para que pudieran disputar una batalla "más justa y limpia". El tema es que de otro modo los nórdicos no hubieran podido doblegar a la sólida defensa inglesa, y con este ardid que apeló a la excesiva caballerosidad de Beorhnoth, éste terminó su vida en la contienda, con su cabeza separada del cuerpo.

Finalmente, a la izquierda del monolito, una cruz de Gales, y los años de nacimiento y muerte de JLB

En el reverso de la lápida, como es sabido, hay un texto en escandinavo antiguo con un fragmento de la saga de los Völsungos: "Toma la espada Gram y la coloca desnuda entre ellos", usado por Borges como acápite del cuento "Ulrica", de El Libro de Arena, y una dedicatoria: "De Ulrica a Javier Otárola".


5.- La Música

saxo explícito

Otra de las actividades artísticas que postergué definitivamente, fue la de la música, como instrumentista y compositor.
Tengo una treintena de canciones, en su mayoría baladas, que seguramente para tranquilidad de los desprevenidos oídos de los ya improbables escuchas, nunca perturbarán su tranquilidad, porque las escasas grabaciones caseras de las mismas, se fueron perdiendo en sucesivas mudanzas desde que vendí mi casa de Belgrano, donde vivimos dos décadas.


6.- La Fotografía
Mi colección de fotos (más de 1000), está en:
http://www.flickr.com/lecuna

Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Como tengo en Flickr más de mil fotos, te invito a "ver" el equivalente a un millón de palabras...
Algunas fotos han sido premiadas, otras fueron utilizadas en publicaciones (magazines, hebdomadarios), de distintos países del mundo.
Me apasiona la fotografía, y es excitante la posibilidad de poder estar con la cámara lista en el momento y lugar indicados. También, la posibilidad de ver y capturar lo que el común de la gente no ve, aunque esté frente a sus propios ojos.

7.- La Educación

Con mi hija María José, en Lima, Perú (circa 2004)
recibiendo el Premio a la Excelencia Educativa



Sorpresa al llegar a Caracas a un Congreso de Educación:
¡Una avenida con uno de mis apellidos!


8.- Las simbologías

En Machu Picchu, abril 2004
El 8, dos círculos unidos, el infinito erguido.


Mi actividad como conferencista


Formando parte del grupo de expertos internacionales que participamos
en la redacción del Manifiesto de Albacete, España, 2007,
en el marco del Congreso Mundial de Educación de la Infancia para la Paz.

http://albacetedeclaration.blogspot.com/


Ahmed Al Damrawy (National Union for Early Chilkdhood Development, Egypt), Mark R. Ginsberg (NAEYC, USA), Luis Alberto Melograno Lecuna (Pueblo Blanco Educational Integration Center, Argentina), Taj Hamad, General Secretary of the World Association of Non-Governmental Organizations (Sudan), and Susan M. Thorne (Early Childhood Council, New Zealand).


Diario de Albacete, España: "Congreso Mundial:
Inauguración en el Palacio de Congresos con una ponencia de Alberto Melograno"




Con el mundialmente reconocido psicólogo y educador
Thomas Armstrong,
especialista en Inteligencias Múltiples, preparados para degustar un exquisito "cocido madrileño".


Entrevista en Canal 41 de Miami, EEUU


En el país vasco


Entrevista en la radio Euskadi de Bilbo